Te recomendamos la visita a la exposición "Ilusionismo, ¿magia o ciencia?" Vídeo
Todavía estás a tiempo de pasarte por la exposición "Ilusionismo, ¿magia o ciencia?" que está en la Plaza del Baluarte de Pamplona y termina el 9 de Mayo. La entrada es gratuita.
La visita merece la pena porque aprendes que el cerebro funciona como una fuente de ilusiones. Podríamos decir que la magia no es magia, que es nuestro cerebro el que la fabrica.
Anímate, pasarás un buen rato y además de aprender podrás hacerte alguna fotografía tipo a la "mujer araña".
Algunos alumnos de 3º ESO, durante las vacaciones de Semana Santa, la han visitado y les ha gustado.
Algunos alumnos de 3º ESO, durante las vacaciones de Semana Santa, la han visitado y les ha gustado.
Sara nos ha dejado la explicación de uno de los trucos utilizados por los sacerdotes egipcios con la finalidad de hacer creer a la gente que los dioses vivían en el templo de Herón.
De lunes a viernes, de 12.30 a 14 y de 17 a 21 h. Sábados, domingos y festivos, de 11 a 14 y de 17 a 21 h.
TEMPLO
DE HERÓN
El inventor, ingeniero y matemático Herón de Alejandría
(s.II aC) que, entre otros inventos relacionados con la mecánica y la
hidráulica, ideó el «mecanismo de Herón». Este aparato, descrito en su libro Pneumatica,
quedaba oculto a los ojos de todos excepto de los sacerdotes egipcios, y
permitía la apertura automática de las puertas del templo cuando se encendía el
fuego del sacrificio y su cierre cuando el fuego se apagaba, provocando el
efecto de que los dioses que vivían en el templo hacían magia verdadera. Por
este y otros inventos, muchos de sus coetáneos conocían a Herón de Alejandría
con el apodo de «mago».
El mecanismo consistía en un antecedente de la máquina de
vapor, que se llamaba aeolipile: un recipiente con dos
tubos curvados montado en el ecuador de una esfera. Al hervir el agua del
recipiente, el vapor pasaba por los tubos y hacía rotar la esfera que activaba
el mecanismo de cuerdas. Este mecanismo hacía que las cuerdas se abrieran lenta
y majestuosamente por sí solas. Este
mecanismo se activaba cuando el fuego ardía, y al apagarse, el mecanismo hacía
que las puertas se cerraran.
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